
Las ratas son animales mal vistos desde hace siglos por estar asociadas a la propagación de enfermedades. Desde la peste bubónica (las pulgas que vivían en las ratas negras) hasta la Leptospirosis (a través de su orina, pudiendo causar fiebre, insuficiencia renal y otros problemas), pasando por Hantavirus (por su saliva, heces y orina en algunas especies, capaz de provocar infecciones respiratorias severas).
Por otro lado, las ratas son expertas en roer casi cualquier material porque sus dientes están en constante crecimiento, causando daños en cables eléctricos (causa de incendios), en estructuras (madrigueras en paredes, techos o cimientos), contaminando alimentos y destruyendo cultivos agrícolas, lo que genera cuantiosas pérdidas económicas.
A todo esto, hay que sumar su aspecto, que causa miedo y asco a mucha gente, por sus cuerpos alargados y colas sin pelos. Además, se mueven muy rápido, siendo impredecibles. No obstante, las ratas son animales fascinantes y bastante inteligentes. De hecho, son mejores que la inteligencia artificial a la hora de reconocer objetos oscurecidos.
La visión de las ratas es muy diferente de la de las personas

Modelo de inteligencia artificial para simular la visión de las ratas | Fotografía de Superiore di Studi Avanzati
Cuesta creerlo, pero las ratas también tienen un lado positivo. Como hemos comentado anteriormente, son muy inteligentes, lo que permite entrenarlas. Algunas especies ayudan a dispersar semillas en la naturaleza, y pueden emplearse para avanzar en investigaciones médicas, ayudando a realizar descubrimientos científicos importantes. Incluso pueden tenerse como mascotas, ya que las ratas domésticas son limpias y sociables.
Si bien las ratas no tienen una buena visión, pues ven borroso y no pueden distinguir detalles con claridad, además de que solo perciben algunos colores (no pueden ver el rojo), sin olvidar que tienen mala percepción de la profundidad, cuentan con una visión nocturna mejorada y pueden detectar mejor los movimientos rápidos.
Un grupo de investigadores de la Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati (SISSA) en Italia encargaron un modelo de reconocimiento de imágenes que intenta replicar la capacidad de las ratas para reconocer objetos que fueron rotados y redimensionados, además de parcialmente oscurecidos.
Al parecer, la inteligencia artificial tiene problemas a la hora de identificar algunos objetos simples. Sin embargo, este modelo pudo igualar las capacidades de procesamiento de imágenes de las ratas, pero tras un entrenamiento intensivo que requirió de muchos recursos.
La IA podía identificar objetos en su posición original, pero tenía problemas al identificarlos cuando estaban alterados de diversas maneras. Según los investigadores, la visión de las ratas ha evolucionado a lo largo de millones de años y es capaz de reconocer mejor los objetos.
Las ratas tienen los ojos a los lados de la cabeza, lo que les permite tener un mayor campo visual para evitar a los depredadores. Estos también se mueven en direcciones opuestas dependiendo de la orientación de la cabeza, de modo que parecen «bizcas» cuando están mirando hacia abajo.
En el experimento, las ratas fueron entrenadas usando golosinas para identificar los objetos mostrados en un monitor. Después, activaron un sensor táctil cuando identificaron el objetivo. Para comprobar cómo la visión de las ratas se comparaba con la IA, los investigadores crearon una «red neuronal convolucional», que es un tipo de modelo de aprendizaje profundo muy considerado por los ingenieros como uno de los sistemas de IA más avanzados para el reconocimiento de imágenes. Se modeló a partir de las cortezas visuales de los mamíferos.
Las «redes neuronales convolucionales» (CNN) utilizan un sistema basado en capas para identificar objetos. La inicial puede procesar e identificar características simples, como bordes y contrastes. En la parte superior se añaden nuevas capas para identificar tipos de imágenes cada vez más complejos.
Al modelo del experimento se le asignó la tarea de replicar la capacidad de las ratas de prueba para reconocer objetos en diversas condiciones. En el más básico, tanto las ratas como la IA lo lograron. No obstante, conforme las tareas se volvieron más difíciles, el reconocimiento fue más complicado. Al rotar los objetos o cambiarlos de tamaño, el modelo CNN necesitaba agregar más capas y recursos. Sin embargo, las ratas, con los objetos en sus manos, seguían identificándolos.
Los investigadores concluyeron que la visión de las ratas parecía, en general, más flexible y adaptable que el reconocimiento de imágenes por IA. Según el neurocientífico de SISSA y autor del artículo, Davide Zoccolan, «las ratas, a menudo consideradas malos modelos de visión, en realidad muestran habilidades sofisticadas que nos obligan a repensar el potencial de su sistema visual y, simultáneamente, las limitaciones de las redes neuronales artificiales». El estudio se puede consultar en Patterns.
Las ratas, como hemos comentado, son animales fascinantes. Por eso se utilizan a menudo en experimentos. Las hemos visto aprendiendo a conducir y disfrutar con el viaje, además de ayudar en las operaciones de tráfico ilegal.
El artículo Una especie animal supera a la IA a la hora de reconocer «objetos ocultos». No han sido los humanos, sino estos roedores comunes fue publicado originalmente en Urban Tecno.
Dejar una contestacion